En lo estrictamente deportivo, el peruano Julio Ernesto Granda hizo buenos los pronósticos que le daban como favorito, logrando 7,5 puntos (el sistema de juego fue el suizo, con ocho partidas). El vencedor es uno de los mejores del mundo y doblegó a otros nombres conocidos como Lalic Bogdan, Aleksa Strikovic -ganador el año pasado-, Elizbar Ubilava, ex entrenador de los campeones del mundo Viswanathan Anand y Anatoly Karpov, o el joven David Lariño, campeón de España. Rubén García fue el primer vallisoletano en el hotel Novotel, sede del torneo.

El Gran Maestro peruano confía en que en este medio globalizado pronto llegará la ayuda para que los niños no se dediquen sólo a los videojuegos.

“Más que nunca el ajedrez se debe promocionar, ya que tiene un gran potencial en la formación de los niños como una herramienta útil para el estudio”, explicó Julio Granda. “Con el tiempo, la sociedad tomará más conciencia de lo importante que puede ser este deporte como gimnasia mental, en que un niño de una manera entretenida va aprendiendo tantas cosas positivas para desarrollar el juego y su mente. Sobre todo en estos tiempos, en que la tendencia es que los niños jueguen con los aparatos electrónicos”, acotó.

En declaraciones al diario Latino de España, Granda confesó que extraña la enseñanza del ajedrez mediante los libros.

“Ha cambiado con la irrupción de programas informáticos. Antes tocaba acudir a los libros y eso hacía que fuera más competitivo, ya que los que trabajaban más en los textos tenían más opciones de vencer porque era información privilegiada”, puntualizó el trebejista peruano.